La formación y el compromiso de nuestro equipo con la seguridad son aspectos que valoramos profundamente en Touron.
Es de vital importancia disfrutar de las actividades náuticas y de la navegación con todas las garantías de seguridad, con independencia de la experiencia como patrones que tengamos.
Por ello, de forma anual, nuestra empresa celebra las Jornadas de Seguridad en la Navegación en el pintoresco escenario del Pantano de San Juan, en Madrid, gracias a la colaboración de nuestro compañero de Servicio Posventa y excepcional instructor, Carlos Martín.
Estas emocionantes jornadas, además de ayudarnos a fortalecer las relaciones entre compañeros y permitirnos adquirir conocimientos fundamentales en nuestro sector, también nos sirven para conocer más detalles sobre nuestros nuevos productos y descubrir sus características principales.
Este año, en la III Edición de las Jornadas de Seguridad, tuvimos la oportunidad de explorar y navegar en el nuevo Bayliner Element M19, un barco de aspecto deportivo con una configuración muy espaciosa, equipado con un potente fueraborda Mercury 115 ProXS. Una combinación atractiva y explosiva, en la que cabe destacar un arranque super rápido, y una navegación muy cómoda.
A continuación, compartimos algunas de las ideas fundamentales que aprendimos en el Curso de Seguridad en la Navegación de Touron, que estamos seguros de que os resultarán muy útiles.
Consejos para una experiencia de navegación segura y agradable
Antes de salir a navegar
Respetar las limitaciones de la embarcación, y disponer de la licencia náutica adecuada. Aunque parece algo lógico, debemos recordar que es imprescindible respetar las limitaciones de la embarcación (nº de plazas, distribución del peso, máxima potencia) y disponer de la licencia náutica adecuada. Existen distintas titulaciones náuticas dependiendo de la potencia de la embarcación, sus dimensiones y la distancia de la costa a la que puedes navegar, entre otras limitaciones, por lo que deberás asegurarte de tener la licencia correcta para la embarcación y la zona de navegación elegidas.
Comprobar el estado de la embarcación. Lo primero que hacemos al llegar al barco, es retirar cuidadosamente la lona de fondeo y comprobar el estado general de la embarcación. Realizaremos una inspección visual alrededor del barco para identificar posibles daños en el casco, las líneas de flotación o el equipamiento externo.
Hacer una revisión previa de las partes fundamentales del barco:
- Sentina: Comprobaremos la sentina para asegurarnos de que está seca y limpia. Accionaremos la bomba de achique (en nuestro caso, eléctrica) para comprobar su correcto funcionamiento. Si se detecta un nivel importante de agua, puede ser indicativo de un problema mayor (daños en el casco, fugas, etc.), que podría afectar seriamente a la flotabilidad del barco.
- Compartimento del motor: en los motores de gasolina hay que comprobar que no hay gases explosivos procedentes de una fuga de combustible en el compartimiento del motor, por lo que conviene ventilarlo antes de arrancar. Nunca arrancar si hay agua o si detectamos que hay restos de combustible. Verifica que no existan filtraciones o goteos en tanques, filtros y demás elementos componentes del sistema de combustible.
- Grifos de fondo: hay que comprobar el grifo de fondo de nuestra embarcación, ya que habitualmente lo solemos cerrar entre salida y salida. El grifo tiene la función de dejar entrar y salir el flujo de agua que utilizamos para enfriar el sistema de refrigeración principalmente, pero también para W.C, cocina y demás dispositivos que llevemos a bordo. Cuando se ponga el motor en marcha, debemos comprobar que se expulsa agua por la salida de humos, que es una especie de tubo de escape. Si no es así, debemos verificar que los grifos de fondo de sentina se encuentran abiertos y también el cierre del desagüe de baños y cocina.
- Baterías: Verifica el estado de las baterías, los cables y los interruptores eléctricos. Para evitar consumos de batería indebidos por pequeñas fugas eléctricas, problemas de conexión o deterioro del cableado, siempre desconectaremos nuestro sistema eléctrico, con el interruptor de desconexión. Observa que, si el motor de arranque se activa, pero el motor gira muy lentamente, es posible que la batería de la embarcación esté baja. Si el motor no gira en absoluto, es posible que la batería esté descargada. En barcos con un interruptor de batería, asegúrate de tenerlo en «encendido» antes de intentar poner en marcha tu barco.
- Comprueba el combustible, el nivel de aceite y el agua del motor, y verifica que las bujías y el filtro de aire estén en buen estado. Usa siempre el tipo de combustible y aceite que le recomienda el fabricante, y asegúrate de tener el depósito combustible lleno.
- Arrancar el motor. Una vez hechas las comprobaciones oportunas, pondremos punto muerto, y daremos el contacto de la llave. Oiremos una alarma acústica de encendido que dejará de sonar cuando el motor alcance la presión de aceite de funcionamiento y el alternador empiece a cargar o cuando las alarmas de presión de aceite y batería dejen de estar activas. Es recomendable mantener en marcha el motor, sin someterle a trabajo, hasta que se caliente. Recuerda que, si tu barco está con una marcha seleccionada, el motor no arrancará, pero otros componentes como las luces y los indicadores sí funcionarán. Carlos nos advierte además de que conviene adquirir el hábito, antes de girar la llave del motor, de girar la cabeza y verificar que no hay nadie buceando debajo o a popa del barco, cerca de la hélice. En cualquier caso, siempre antes de girar la llave, hay que comprobar que la marcha está en punto muerto y por tanto la hélice no se puede accionar al arrancar.
- Material de seguridad obligatorio. Dependiendo de la zona donde vayamos a navegar (alta mar, aguas costeras, aguas interiores, etc.) habrá una normativa u otra y de ello dependerán los equipos de seguridad que hemos de llevar a bordo. Sin embargo, siempre debemos tener al alcance de la mano y bien localizados los chalecos salvavidas. Uno por cada persona en el barco, acorde con su talla, peso y edad. Otros elementos de seguridad obligatorios son el extintor, el detector de humos o la bocina.
Navegación abierta
Después de la teoría básica y algunos consejos de nuestro instructor, arrancamos y salimos de la zona de atraque, dispuestos para comenzar con las clases prácticas.
Una vez en el agua, lo es importante mantener una velocidad segura y ajustar la velocidad de acuerdo con las condiciones del agua y el tráfico. Debemos evitar las maniobras bruscas y mantener siempre una distancia segura con otros barcos. Además, nos aseguraremos de no estar demasiado cerca de nadadores, buceadores o áreas recreativas concurridas, y procuraremos evitar cualquier obstáculo, navegando siempre por el centro del embalse, lejos de las rocas y masas de tierra.
También aprendimos que, en caso de accidente o tener que emitir algún aviso, hay que contactar con Salvamento Marítimo, a través de la radio en el Canal 16 en VHF.
Mientras navegamos, Carlos nos enseña algunas cosas sobre el trimado del motor (el ajuste del ángulo del motor), es decir, lo mucho o lo poco que lo metemos en el agua. Al navegar modificando el ángulo de trim comprobamos como cambia el comportamiento de la embarcación en planeo, sus prestaciones y como cambia también la sensibilidad de la dirección. Ajustar el trim correctamente es fundamental para mejorar las prestaciones en régimen de crucero.
Por último, aprendemos una maniobra básica, pero de cierta complejidad: la ciaboga, que tiene por objeto hacer que un barco gire o vire sobre su eje en el menor espacio posible.
Lo primero a tener en cuenta, es que el volante debe manipularse siempre con el motor en punto muerto, alternando de un lado a otro. Giramos el volante en sentido contrario hacia donde queramos dirigir la proa de la embarcación, y metemos con seguridad la marcha atrás, y al estar en la ubicación deseada, volvemos a quedarnos en punto muerto con poca inercia, para acto seguido cambiar completamente la dirección de nuestra embarcación al lado contrario, y dar marcha avante.
Tras varios intentos por parte de cada uno de los empleados, damos por finalizada esta importante lección, que nos permitirá entrar y salir de cualquier amarre de forma segura y eficiente.
Atracar y amarrar
El atraque es sin duda la maniobra más complicada y temida por todos los patrones con menos experiencia, y también es la que más práctica necesita, así que dedicamos un tiempo importante a realizar esta maniobra.
Lo primero que nuestro profesor nos aconseja, es no precipitarse o agobiarse, ya que es muy posible que tengamos que hacer una primera entrada y luego dar media vuelta, para evaluar mejor la situación y volver a comenzar la maniobra. Una vez que hemos llegado lo más despacio posible a la zona del pantalán, la estrategia consiste en evaluar bien la situación: el espacio de atraque, la dirección e intensidad del viento, si hay otros barcos, etc. y actuar en función de todas las variables.
Lo primordial es entrar siempre en velocidad de gobierno, y Carlos nos recuerda que ello significa la velocidad mínima que debe llevar la embarcación para que la acción del timón sea efectiva, y que no debemos confundir con la "arrancada", que se refiere a la velocidad que lleva por inercia, es decir, el movimiento del barco.
También nos explica cuál es el efecto de la hélice en un barco para que podamos entender porqué un barco cae a una banda u otra al iniciar la maniobra dependiendo del sentido de giro de la hélice. Así, en atención a la disposición de las palas de una hélice diferenciamos hélices dextrógiras y hélices levógiras. Una hélice es dextrógira si para hacer avanzar a un barco hacia delante la hélice ha de girar a la derecha, en el sentido de las agujas del reloj. Mientras, se dice que la hélice es levógira cuando su sentido de giro es a la izquierda -contrario a las agujas del reloj- para conseguir el avance del barco.
Teniendo esto en cuenta y tras practicar varias veces el atraque cada uno de los que estamos a bordo, llegamos a la última lección del día: tipos de amarre.
Saber amarrar es esencial para mantener la seguridad y la estabilidad de una embarcación cuando está atracada en un muelle o embarcadero. Así, comprendimos las diferencias por ejemplo entre el amarre de proa, que asegura la proa de la embarcación al muelle, para mantener la embarcación alineada y estable mientras está atracada, y el amarre de popa, que asegura la parte trasera de la embarcación al muelle y previene que la popa se aleje del muelle.
Con el barco atracado y bien amarrado, procedemos a hacer una pequeña limpieza y revisión del estado de la embarcación, antes de poner la lona de fondeo y bajar al pantalán para disfrutar de un merecido almuerzo y comentar la jornada.
En resumen, la seguridad en la navegación es fundamental para garantizar la protección de las personas que están a bordo y también para tener una buena experiencia náutica. La preparación adecuada, el uso de equipos de seguridad y el seguimiento de las normativas marítimas son esenciales para prevenir accidentes y responder eficazmente a emergencias.
Esperamos que estos consejos os hayan resultado interesantes y recordad: ¡antes de zarpar, aseguraos de que todo esté en orden para disfrutar de la navegación con total seguridad!